“Junto a su probada seguridad, la evidencia científica ha determinado como incuestionable la importancia de los edulcorantes bajos o sin calorías en la dieta diabética, al ofrecer el placer de lo dulce sin sus aspectos negativos y sin impacto en la insulina y glucemia”. Esta es una de las principales conclusiones del Prof. Dr. Lluis Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, en un reciente artículo publicado en el Newsletter sobre nutrición y actividad física de Coca-Cola.
- Otros estudios han mostrado cómo los edulcorantes bajos o sin calorías pueden ayudar en el control de calorías al aportar un sabor agradable con menos o ningún contenido calórico. “En ocasiones, es complejo establecer las ventajas potenciales de los edulcorantes bajos o sin calorías ya que no sólo depende de éstos, sino de la ingesta total de alimentos y bebidas (todas las calorías cuentan a la hora de controlar el peso). Por ejemplo, si se elige una bebida con edulcorantes bajos o sin calorías en lugar de un refresco de 150 calorías, pero posteriormente tomamos un trozo de pastel o galletas por valor de 300 calorías, los edulcorantes no podrán ayudar a controlar el peso, ya que se estarán añadiendo más calorías de las que se han restado”, explica el Prof. Serra-Majem.
En su opinión, “los efectos potenciales de productos con edulcorantes bajos o sin calorías deben considerarse en el contexto de una dieta global y el comportamiento en relación a los alimentos. Existen pocos ejemplos de productos alimenticios que puedan ser reemplazados por otro muy similar pero sin calorías o sin un nutriente específico (grasas, azúcares, alcohol, etc.)”, añade el Prof. Serra-Majem.
El Prof. Serra-Majem añade que “durante los últimos años, ha sido frecuente la confusión con respecto a los edulcorantes, pese a que recientemente el proyecto de Dictamen Científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en el que han recurrido a toda la información
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científica disponible para analizar la seguridad sobre el aspartamo y sus componentes, ha llegado a la conclusión de que este edulcorante no posee toxicidad alguna que deba preocupar a los consumidores en los niveles actuales de exposición. Así, la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de aspartamo se considera segura para la población general, siendo la exposición de los consumidores al aspartamo inferior a esta IDA”.
El primer edulcorante bajo o sin calorías de uso común fue la sacarina, descubierta en Estados Unidos en 1879 y comercializada poco después de su descubrimiento. Su uso se generalizó durante la I Guerra Mundial principalmente debido a la escasez de azúcar. Durante el siglo pasado se descubrieron más edulcorantes bajos o sin calorías que se utilizan y disfrutan con seguridad por los consumidores de todo el mundo.
Actualmente, en la Unión Europea hay 10 edulcorantes bajos o sin calorías aprobados para uso alimentario: acesulfamo-K (E-950), aspartamo (E-951), ciclamato (E-952), sacarina (E-954), sucralosa (E-955), taumatina (E-957), neohesperidina DC (E-959), stevia (E-960), neotamo (E-961) y sal de aspartamo-acesulfamo (E-962). Según explica el presidente de la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), Hugues Pitre, “estos edulcorantes pueden utilizarse en solitario o en combinación. La mezcla de más de un edulcorante no plantea riesgos y permite a los fabricantes de bebidas y alimentos combinar los distintos sabores, características y ventajas de cada uno de ellos, desarrollando así productos que cumplan con las diferentes necesidades y demandas de sabor y calorías de los consumidores”. La seguridad de los edulcorantes En palabras de Hugues Pitre, “cada edulcorante bajo y sin calorías se somete a rigurosas pruebas científicas antes de permitirse su disponibilidad en el mercado para su consumo y se le asigna una cantidad de Ingesta Diaria Admisible (IDA) que establece los niveles que pueden utilizarse en alimentos y bebidas”. En todo el mundo, la responsabilidad de autorización del uso de los edulcorantes bajos o sin calorías recae en el Comité Científico Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JEFCA), gestionado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según Pitres, “la evidencia científica constata que los edulcorantes bajos o sin calorías autorizados no plantean riesgos para la salud de los consumidores dentro de los niveles IDA establecidos. La Comisión Europea ha encargado a la EFSA que revise todos los aditivos alimentarios, incluidos los edulcorantes, antes de 2020”. |
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