El exmagistrado Baltasar Garzón será una de las personalidades galardonadas en la XLV Fiesta del Ajoblanco, que se celebrará el 7 de septiembre en la localidad malagueña de Almáchar. Según ha dado a conocer el Ayuntamiento en un comunicado, Garzón recibirá el galardón denominado 'Ajoblanco Andalucía', uno de los cuatro que se entregan en el acto institucional de la fiesta, un premio que se le concede "por su defensa en favor de los derechos humanos y estar siempre del lado de las víctimas".
En el acto también serán premiados la bodega Jorge Ordóñez, "por su diversificación, promoción e innovación en el sector del vino malagueño y el reconocimiento de la uva moscatel de Almáchar"; el verdialero Paco Maroto, "principal baluarte en la defensa del verdial de Comares, la cultura y el folclore Axárquico", y Cáritas de Almáchar, "por su incansable y continuo trabajo en defensa de las familias más necesitadas del municipio".
En cuanto al pregón de esta edición, Juan Luis Navarro, director durante 15 años del centro territorial de Canal Sur Televisión en Málaga, será el encargado de pronunciarlo y dar el pistoletazo de salida oficial a la celebración, declarada Fiesta de Singularidad Turística Provincial y Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
Durante la jornada, cuyos actos se iniciarán en torno a las 17 horas y se prolongarán hasta la madrugada, todos los visitantes podrán degustar gratuitamente en distintos rincones del municipio tanto el ajoblanco, sopa fría elaborada a base de almendras, ajo, aceite y vinagre hecha de la forma tradicional y característica de este pueblo, como otros productos como las uvas, las pasas o el vino moscatel.
Además de las degustaciones y el acto institucional, la fiesta estará jalonada de actuaciones de pandas de verdiales, grupos de baile y un coro rociero, que darán paso a una velada flamenca y a una verbena con orquesta, sangría y tapeo gratuitos, que dará comienzo en torno a las 23 horas.
Orígenes
Los orígenes de la Fiesta del Ajoblanco se remontan a 1968, cuando se creó a iniciativa de un grupo de vecinos con el fin de atraer al pueblo a los responsables políticos de la época para que tomaran conciencia la necesidad de conectarlo por carretera y sin tanto rodeo con Málaga capital.
Y es que a finales de los años 60 del pasado siglo, desplazarse de Almáchar a Málaga o viceversa suponía un viaje de unos 60 kilómetros, un trayecto que se reduciría a la mitad con la construcción de una carretera de solo ocho kilómetros entre el pueblo y la vecina localidad de Moclinejo.
Finalmente, dicha carretera fue construida y el trayecto entre Almáchar y la capital malagueña es hoy en día mucho más cómodo, aunque la Fiesta del Ajoblanco ha pervivido en el tiempo, no ya como un acto de reivindicación de progreso, sino como muestra de hospitalidad y gratitud del pueblo con sus visitantes.