La elección
de la ciudad como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica
resalta la influencia y contribución de los pueblos y culturas que
la han habitado
La
gastronomía cordobesa se configura a través de la historia de los
distintos pueblos y culturas que han habitado la región. No en vano,
la ciudad suma cuatro culturas y cuatro gastronomías -romana, árabe,
judía y cristiana- cuya influencia, unida a la mezcla de tradición
e innovación, han permitido elaborar un producto autóctono bien
definido y diferenciado. Una importante percepción cultural que la
Academia Iberoamericana de Gastronomía pone en valor al distinguir a
Córdoba con la Marca de “Capital Iberoamericana de la Cultura
Gastronómica” durante el año 2014.
El presidente de la Academia
Iberoamericana de Gastronomía, Rafael Ansón, entregó al alcalde de
Córdoba, José Antonio Nieto, esta distinción, mientras que la
ciudad recibirá en septiembre el diploma y el símbolo que la
acreditan como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. De
este modo, se reconocerá su singular gastronomía que, nacida al
amparo de un patrimonio milenario, hace de la ciudad y de toda la
provincia un destino inigualable en el que confluyen dos
potencialidades importantes: una zona geográfica con un gran valor
gastronómico y agroalimentario y un potente destino turístico.
Patio
típico cordobés
El
visitante puede descubrir a lo largo de la provincia, el extenso y
cuidado olivar que produce uno de los mejores aceites de oliva virgen
extra del mundo. Este aceite, uno de los principales protagonista de
la cocina cordobesa, acapara cuatro denominaciones de origen y
protagoniza alguna de sus más conocidas recetas como el salmorejo y
el gazpacho o las sopas frías de hortalizas.
Asimismo,
puede conocer alguno de los vinos más antiguos del Mediterráneo:
los que se producen en el entorno del Guadalquivir, y que pertenecen
a la D.O. de Montilla-Moriles. Otros platos típicos de la
gastronomía cordobesa son el rabo de toro, los flamenquines de jamón
serrano, los boquerones en vinagre, el cordero en caldereta, los
jamones y embutidos de cerdo ibérico del Valle de los Pedroches.
En
la repostería destacan los tradicionales pestiños y torrijas de
temporada, y especialmente el conocido pastel cordobés. La provincia
enriquece su dulcería, con la originalidad de la oferta de los
conventos, y los productos centenarios como la carne de membrillo de
Puente Genil, los roscos de Priego, los deliciosos merengues de
Aguilar de la Frontera, especialmente los de sabor a café, o los
alfajores.
Una
oferta única que, sin duda, contribuye de modo decisivo a posicionar
a Córdoba entre las 20 urbes españolas más relevantes
turísticamente hablando, según datos del último estudio sobre el
turismo urbano en España realizado por Exceltur, UrbanTUR 2012, tras
haber acogido durante el último ejercicio a cerca de 820.000
viajeros alojados en establecimientos hoteleros –un incremento
respecto al año precedente del 3,52%-.
La
Academia Iberoamericana de Gastronomía
Institución presidida por Rafael Ansón,
fue constituida el 21 de septiembre de 2009 en Sevilla con la
representación de los presidentes de las Academias Gastronómicas de
Andalucía, España, Portugal, México, Brasil, Argentina y Perú,
además de los embajadores de Portugal y Perú, así como con la del
secretario de Estado de Turismo del Gobierno de España. Su vocación
internacional es la cooperación e integración de todos los países
iberoamericanos. Se ha incorporado ya Colombia y, próximamente, lo
hará Chile.
La
principal misión de la Academia Iberoamericana de Gastronomía
consiste en fomentar la investigación, divulgación y protección de
las cocinas y actividades gastronómicas propias de las distintas
regiones y pueblos iberoamericanos, así como cuidar de la pureza de
sus tradiciones, apoyar su modernización e impulsar actuaciones
integrales en materia de cooperación internacional y solidaridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario