NGREDIENTES :
1 Kg de tomates
250 gr. de azúcar moreno
150 ml. de vinagre balsámico de Módena
1 cdta. de pimientas variadas
50 ml. de aceite de oliva virgen extra
Empezamos
escaldando los tomates para pelarlos fácilmente: ponemos agua a
calentar en una cazuela y les hacemos una cruz en la base con la
punta de un cuchillo. Cuando el agua comience a hervir, los
sumergimos y apagamos el fuego. Hay que esperar dos minutos y luego
refrescarlos bajo el chorro de agua fría. Pelamos los tomates
tirando del extremo de las cruces. De esta forma la piel sale
fácilmente.
Quitamos
el rabito a los tomates y los cortamos en cuatro cuartos.
Despepitamos cada porción y desechamos el jugo que contiene. Picamos
en trocitos muy pequeños y reservamos en un recipiente. En una
cazuela ponemos a calentar el aceite, ponemos los tomates, añadimos
un poquito de sal y los dejamos cocer lentamente a fuego medio bajo
hasta que se haya evaporado su jugo. Remover de vez en cuando.
Después añadimos el azúcar moreno, el vinagre balsámico y las
pimientas. Subimos la potencia del fuego para llevarlo a ebullición
y, cuando rompa a hervir, bajamos la intensidad y dejamos cocer a
fuego lento hasta que haya desaparecido el líquido casi en su
totalidad (entre 45 y 60 minutos).
Hay
que tener en cuenta que el chutney espesará una vez que se haya
enfriado, al igual que la mermelada
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