En su nave del polígono industrial La Ermita de Marbella se dan los últimos retoques a los espacios que acogerán las salas de pintura, secado, confección de telas y exposición. Katalin zu Windischgraetz, princesa austriaca afincada en la ciudad desde hace más de una década, derrocha ilusión con su nuevo proyecto 'Pet Interior', una fábrica de mobiliario de lujo para perros. Curtida en la Alta Costura en Europa, y después de una exitosa carrera como diseñadora de moda en Nueva York, la empresaria da un giro a su carrera y aúna dos de sus mayores pasiones: los perros y el diseño.
«Mi amor por los perros y por el diseño de interiores me llevó hace unos años a empezar a crear las primeras piezas. Poco después, los dueños de mascotas de mi entorno social me pidieron que diseñara 'pet forniture' para sus animales a juego con la decoración de sus viviendas. La demanda fue creciendo y eso me llevó a desarrollar la más exclusiva y lujosa colección de muebles para mascotas para aquellos propietarios de casas exclusivas que aprecien la calidad por encima de todo, al combinar un alto estándar de higiene con un absoluto confort para su mascota», explica.
El negocio abre sus puertas con un primer catálogo -que se presentará oficialmente el próximo 8 de mayo- que incluye camas, sofás, colchones, somieres y cajas de juguetes. Todos ellos en diferentes estilos y características adaptadas al peso y dimensiones de hasta 67 razas distintas de perros. «No tienen las mismas necesidades un chihuahua que un pastor alemán», defiende la empresaria. Por ello, detrás de su colección hay un trabajo de estudio de la anatomía animal «avalado por expertos veterinarios y etólogos» que han configurado un decálogo de materiales y diseños que mejor se adaptan al bienestar del perro. Así, la primera recomendación que hace a los clientes es que tengan en cuenta no solo el diseño que mejor se adapte al estilo del mobiliario que tienen en casa, sino a las características del can. «Recomendamos que se elija el tamaño de los muebles midiendo su parte interior, que debe tener como mínimo el largo de su perro, medido éste desde la frente hasta la base de la cola puesto de perfil».
La diseñadora ha cuidado hasta el último detalle. «Los perros tienen que poder recostarse bien para sentirse cómodos y evitar lesiones por una mala postura». Partiendo de esta máxima, sus creaciones tienen en cuenta las dimensiones del animal de modo que los respaldos y laterales sean más o menos altos en las camas. Las tumbonas de salón, sin tapizados en el respaldo ni laterales, y con una altura que proporcione una buena visibilidad al perro y evite que le llegue el polvo del suelo.
Mercado en Marbella
La princesa no duda al afirmar que Marbella es el mejor lugar para instalar un fábrica como la que propone. «El producto va dirigido a un público de alto nivel adquisitivo y Marbella es seña de identidad de lujo en el mundo», asegura. Los muebles para mascotas, patentados y diseñados por ella misma, viajarán a cada rincón del mundo aunque asegura que los mercados «más interesantes» para su distribución serán los de Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Francia y Alemania, además de España lógicamente. Eso sí, su catálogo no podrá encontrarse en centros veterinarios y tiendas de mascotas. Solo en establecimientos de diseño de interiores de alto nivel y con precios que van desde los 1.500 a los 3.000 euros.
Katalin zu Windischgraetz defiende con orgullo el producto 'made in Spain'. Sus creaciones salen de su fábrica en Marbella. Tres carpinterías andaluzas son las encargadas de dar forma a sus ideas que, una vez materializadas, regresan a la Costa del Sol para la fase de pintura y costura.
**Publicado en DIARIO SUR
Esta galeria me trae buenos recuerdos de Milan..
